Considerable efforts are being made worldwide to upgrade tide gauge networks using new technologies. Because of the unique location of the Kerguelen Islands, the measurement of sea level there has received particular attention, with up to four systems equipped with modern sensors functioning simultaneously (two pressure tide gauges, a radar tide gauge, and a GPS-equipped buoy). We analysed and compared the sea level data obtained with these systems from 2003 to 2010, together with a time series of tide pole observations. This is the first time that a multi-comparison study with tide gauges has been undertaken over such a long time span and that the stability of modern radar tide gauges has been examined. The multi-comparison enabled us to evaluate the performance of the tide gauges in several frequency ranges, identify errors and estimate their magnitude. The drift of the pressure sensors (up to 8.0 mm/yr) was found to be one of the most relevant sources of systematic error. Other sources of difference such as clock drift, scale error and different locations of the instruments were also detected. After correcting the time series of sea level for these errors we estimated an upper bound for the radar instrumental error in field condition at ~0.3 cm.

Actualmente se están realizando muchos esfuerzos para renovar las redes maregráficas utilizando nuevas tecnologías. En este contexto, la monitorización del nivel del mar en las islas Kerguelen ha recibido una atención particular debido a su localización única. Hasta cuatro equipos han realizado medidas simultáneamente: dos mareógrafos de presión, un mareógrafo radar y una boya GPS. En este trabajo se analizan y comparan los datos obtenidos con dichos equipos desde 2003 hasta 2010, complementándolos con observaciones realizadas con una escala de marea. Es la primera vez que se plantea una comparación de estas características durante un periodo de tiempo tan largo, y que se aborda el estudio de la estabilidad de los mareógrafos radar a largo plazo. La comparación permitió evaluar el comportamiento de los mareógrafos en distintos rangos de frecuencia, identificar errores y estimar su magnitud. La deriva del sensor de presión apareció como la fuente de error más relevante (hasta 8 mm/año). También se detectaron otras fuentes de diferencias como derivas en el reloj, el error de escala o la diferente localización de los instrumentos. Tras corregir esos errores fue posible estimar un límite superior de ~0.3 cm para el error instrumental del radar en condiciones de campo.